Eduardo Garcés
Mi pintura la manejo desde la perspectiva del realismo, enfocándome en los contrastes, resaltando la luz y la sombra. En ella plasmo mi deleite en la observación y contemplación de paisajes naturales y construcciones arquitectónicas, desde un sentido histórico y nostálgico, incorporando en mis obras, elementos de fantasía, como espejos de agua en las bases de las construcciones, elementos que ofrecen una descontextualización temporal del paisaje original, resaltando un espíritu de admiración propia por los mismos.
En mi pintura ferroviaria propongo un sentido homenaje a lo que fue el glorioso ferrocarril Chileno. Esta pintura es sin interrupciones, sin brumas nostálgicas, sino que simplemente la contemplación de nuestros trenes y equipos ferroviarios tal cual, y a través de la historia, recorriendo los diferentes lugares de Chile. Estas visiones son representaciones propias y no corresponden directamente a una reproducción fotográfica.
Mansiones y Trenes
Nada más preciso que una línea férrea, un convoy posmoderno o una mansión de principios del siglo veinte, para gatillar un profundo sentimiento de nostalgia, que nos lleva en un viaje a nuestra infancia o al mundo de nuestras generaciones anteriores, esto nos regala el artista Eduardo Garcés en cada una de sus obras.
No fue fácil decidir entre una prominente carrera como diseñador y el camino azaroso del artista, pero la vocación indeleble por el arte fue más fuerte y radical, y gracias a esto, quienes conocemos su obra, podemos disfrutar de ese viaje sensorial y evocativo.
Un profesional, estudioso y metódico, investiga en profundidad el elemento arquitectónico o ferroviario que plasmará en la tela, horas, días y semanas, en bibliotecas y museos, integrándose en agrupaciones de amantes en cada rubro. Un vez que adquiere y hace suyas el alma y la esencia del edificio o el tren seleccionado, nos regala un resultado sorprendente.
Gabriel Núñez Bosch (abogado, comunicador, asesor cultural).
Fonte
Mi pintura la manejo desde la perspectiva del realismo, enfocándome en los contrastes, resaltando la luz y la sombra. En ella plasmo mi deleite en la observación y contemplación de paisajes naturales y construcciones arquitectónicas, desde un sentido histórico y nostálgico, incorporando en mis obras, elementos de fantasía, como espejos de agua en las bases de las construcciones, elementos que ofrecen una descontextualización temporal del paisaje original, resaltando un espíritu de admiración propia por los mismos.
En mi pintura ferroviaria propongo un sentido homenaje a lo que fue el glorioso ferrocarril Chileno. Esta pintura es sin interrupciones, sin brumas nostálgicas, sino que simplemente la contemplación de nuestros trenes y equipos ferroviarios tal cual, y a través de la historia, recorriendo los diferentes lugares de Chile. Estas visiones son representaciones propias y no corresponden directamente a una reproducción fotográfica.
Mansiones y Trenes
Nada más preciso que una línea férrea, un convoy posmoderno o una mansión de principios del siglo veinte, para gatillar un profundo sentimiento de nostalgia, que nos lleva en un viaje a nuestra infancia o al mundo de nuestras generaciones anteriores, esto nos regala el artista Eduardo Garcés en cada una de sus obras.
No fue fácil decidir entre una prominente carrera como diseñador y el camino azaroso del artista, pero la vocación indeleble por el arte fue más fuerte y radical, y gracias a esto, quienes conocemos su obra, podemos disfrutar de ese viaje sensorial y evocativo.
Un profesional, estudioso y metódico, investiga en profundidad el elemento arquitectónico o ferroviario que plasmará en la tela, horas, días y semanas, en bibliotecas y museos, integrándose en agrupaciones de amantes en cada rubro. Un vez que adquiere y hace suyas el alma y la esencia del edificio o el tren seleccionado, nos regala un resultado sorprendente.
Gabriel Núñez Bosch (abogado, comunicador, asesor cultural).
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