Jiménez Deredia
Jorge Jiménez Martínez, whose art-name is Deredia, was born on 4th October 1954 in Heredia, Costa Rica. He started sculpting in the seventies creating pieces already bearing the signs and characteristics of what would become a constant throughout his successive works: the development of organic shapes modified by their environment, the force of gravity and growth; and the influence of pre-Columbian art. In 1976 at 22 years old, a study grant brought him to Italy where he settled and from here started to travel around Europe, coming into contact with the main artistic movements of the continent.
Deredia graduated from the Academy of Fine Arts in Carrara and, between 1980 and 1986, he attended the Faculty of Architecture at Florence University. The intellectual stimulations of those years profoundly changed his approach to his artistic work and, immersed in the Florentine climate, he extended his interest in the Renaissance period. The intellectual fervor of that time pushed him to reflect extensively on the development of his own work. The perception of a globalised dimension of ‘being’ and the universe, forming the basis of his vision of life, developed and deepened thanks to a conscious return to the cultural origins of his own country. In his work, he started to reflect the extraordinary creative influence received by observing the monumental granite spheres, produced by the pre-Columbian civilization of the Borucas. Those artifacts of mysterious primordial strength moved the sculptor towards studies as much of shape and material used, as of function and symbology derived from the sphere and circle. By taking on the art-name “Deredia” (a contraction of “de Heredia” = “ originating from Heredia”), the artist’s conscious return to his cultural origins was underlined at that time as the source of his creative and philosophical inspiration.
In 1985, Deredia realized the first Geneses, a series of works depicting distinct phases of the mutation of matter in space over time, and lay the foundations for the creation of his personal theoretical-artistic ‘system’: Transmutative Symbolism. He participated in the 1988, 1993 and 1999 Venice Biennale; this Venetian experience was marked by his meeting with the celebrated art theorist and critic Pierre Restany. The friendship and collaboration born at that time would prove to be crucial to Deredia’s artistic and intellectual growth.
In 1999, the Fabbrica di San Pietro commissioned the sculptor to produce a statue of San Marcellino Champagnat, which would be placed in one of the huge scale Michelangelo niches situated along the external perimeter of the basilica’s left transept. The sculpture was inaugurated by Pope John Paul II in the year of the Grand Jubilee and, with this work, Deredia became the first non-European artist to present one of his works within the key monument of Christianity. In 2006, after an important personal exhibition held in Florence, he received the nomination of Correspondent Academician of the Sculpture Class by the Florentine Academy of Art and Design.
Since June to November 2009, Deredia carries out an important personal exhibition in Rome. In this occasion the Roman Forum, and more precisely the Via Sacra (Sacred Way) that passes through it, for the first time in history hosted contemporary creations.
The profound reflection over the archetypal form of the sphere, put into theory with the idea of Transmutative Symbolism, brought the artist to conceive La Ruta de la Paz: a colossal project seeking to establish nine monumental sculptural complexes, based on the cosmic principle of the sphere, in as many countries along the American continent from Canada down to Tierra del Fuego.
In forty years of work, Deredia has created monumental pieces for museums, external environments and public institutions in sixteen different countries in Europe, America and Asia. He has held 46 personal exhibitions and over 100 collective exhibitions.
Jiménez Deredia
Jorge Enrique Jiménez Martínez, en arte Jiménez Deredia, nace en la ciudad de Heredia, Costa Rica, el 4 de octubre de 1954. Estudia escultura en el Conservatorio Castella en donde obtiene su bachillerato. Su actividad escultórica toma vida en los años 70 realizando obras que evidencian por un lado, el desarrollo de las formas orgánicas, su crecimiento, sus reacciones al ambiente y a la fuerza de gravedad y por otro lado su influencia por el arte precolombino.
A la edad de 22 años, en 1976, se traslada a Italia gracias a una beca otorgada por el gobierno italiano, y empieza a viajar por Europa en donde entra en contacto con los principales movimientos artísticos del continente.
Obtiene su licenciatura en escultura en la Academia de Bellas Artes de Carrara, y desde 1980 hasta 1986 estudia en la facultad de arquitectura de la Universidad de Florencia. Estos años vividos en Florencia, despiertan estímulos intelectuales que cambian intensamente el enfoque de Deredia con respecto a la obra artística; y sumergido en el clima florentino, Deredia profundiza su interés por el período renacentista.
Este fervor intelectual lo lleva a meditar profundamente sobre su trabajo, el cual va de la mano con su nueva concepción de la vida. Su intuición de una visión globalizante del Ser con el Universo, se fortalecen gracias a la recuperación de la cultura costarricense, y en particular modo de las esferas precolombinas de la antigua cultura Boruca. Estas misteriosas piezas mueven al escultor hacia estudios que conciernen tanto a la forma como al material utilizado; a la función y la simbología ligada a la esfera y el círculo. La fase de renovación artística se evidencia en 1986 con la adopción del nombre artístico de Deredia, contracción "de Heredia" su ciudad natal.
En 1985 desarrolla las primeras Génesis, obras que describen distintas fases de mutación de la materia en el espacio a través del tiempo, poniendo así las bases de su ideología artística, el Simbolismo Transmutativo. Jiménez Deredia participa a la Bienal de Arte de Venecia en las ediciones de 1988, 1993, y 1999. Esta experiencia veneciana se caracteriza por el encuentro con el célebre estudioso de arte Pierre Restany: la amistad y la colaboración que se crearon fueron determinantes para el crecimiento artístico e intelectual del escultor costarricense. Junto al teórico francés crea las bases para construir una visión de identidad cultural costarricense capaz de comprender la totalidad del proceso histórico incorporando las culturas precolombinas y su poderosa elaboración simbólica.
En 1999 recibe el premio "Beato Angelico" como reconocimiento a la profunda espiritualidad de su pensamiento y producción artística. Con este premio se pretende crear un acercamiento entre el mundo laico y el mundo religioso.
En ocasión del Gran Jubileo del 2000 la Fábrica de San Pedro comisiona al artista la realización de la estatua de San Marcelino Champagnat la cual sería colocada dentro de un nicho del transepto izquierdo de la fachada sur de la basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano. El nicho que hoy alberga la escultura del artista costarricense fue diseñado entre el 1544 y el 1564 por el escultor y arquitecto renacentista Miguel Ángel Buonarroti. La estatua fue develada el 20 de septiembre del 2000, ante la presencia del Papa Juan Pablo II: Deredia se convierte así en el primer artista no Europeo presente en el fulcro de la Cristiandad.
En el 2006, después de una importante exposición personal en la ciudad de Florencia intitulada "Deredia y el misterio de la Génesis" el escultor herediano es nombrado "Accademico corrispondente della Classe di Scultura", por parte de la Academia de las Artes y del Dibujo de Florencia. Esta importante academia fue fundada por Cosimo I dei Medici en 1563. Durante su larga historia han sido nombrados académicos de esta prestigiosa institución: Miguel Ángel Buonarroti, Tiziano, Tintoretto, Palladio y Galileo Galilei, entre otros.
Desde junio hasta noviembre del 2009, Deredia lleva a cabo una importante exposición individual en la ciudad de Roma; 60 esculturas se colocan en tres museos de la ciudad, en plazas y en los alrededores del Coliseo Romano. En esta ocasión, El Foro Romano abre por primera vez en la historia sus puertas al arte contemporáneo albergando 10 monumentales conjuntos escultóricos a lo largo de la Vía Sagrada.
La comprensión de la esfera, elemento arquetípico símbolo de la obra de Jiménez Deredia, lleva el escultor a la conceptualización del Simbolismo Transmutativo, un pensamiento que hoy se expresa en La Ruta de la Paz: un inmenso proyecto que prevé la elaboración de nueve complejos escultórico-arquitectónicos de grandes dimensiones, que se articulan a lo largo de todo el continente americano, desde Canadá hasta la Tierra del Fuego, Argentina.
En 42 años de actividad este singular artista y pensador latinoamericano ha esculpido en mármol y fundido en bronce, obras monumentales para museos y lugares públicos en 16 países de Europa, Estados Unidos de América, Asia y América Latina. Ha realizado 46 exposiciones individuales y ha participado en más de cien colectivas llevando su mensaje de paz y de esperanza con la más física de las artes: la escultura.
Jorge Enrique Jiménez Martínez, en arte Jiménez Deredia, nace en la ciudad de Heredia, Costa Rica, el 4 de octubre de 1954. Estudia escultura en el Conservatorio Castella en donde obtiene su bachillerato. Su actividad escultórica toma vida en los años 70 realizando obras que evidencian por un lado, el desarrollo de las formas orgánicas, su crecimiento, sus reacciones al ambiente y a la fuerza de gravedad y por otro lado su influencia por el arte precolombino.
A la edad de 22 años, en 1976, se traslada a Italia gracias a una beca otorgada por el gobierno italiano, y empieza a viajar por Europa en donde entra en contacto con los principales movimientos artísticos del continente.
Obtiene su licenciatura en escultura en la Academia de Bellas Artes de Carrara, y desde 1980 hasta 1986 estudia en la facultad de arquitectura de la Universidad de Florencia. Estos años vividos en Florencia, despiertan estímulos intelectuales que cambian intensamente el enfoque de Deredia con respecto a la obra artística; y sumergido en el clima florentino, Deredia profundiza su interés por el período renacentista.
Este fervor intelectual lo lleva a meditar profundamente sobre su trabajo, el cual va de la mano con su nueva concepción de la vida. Su intuición de una visión globalizante del Ser con el Universo, se fortalecen gracias a la recuperación de la cultura costarricense, y en particular modo de las esferas precolombinas de la antigua cultura Boruca. Estas misteriosas piezas mueven al escultor hacia estudios que conciernen tanto a la forma como al material utilizado; a la función y la simbología ligada a la esfera y el círculo. La fase de renovación artística se evidencia en 1986 con la adopción del nombre artístico de Deredia, contracción "de Heredia" su ciudad natal.
En 1985 desarrolla las primeras Génesis, obras que describen distintas fases de mutación de la materia en el espacio a través del tiempo, poniendo así las bases de su ideología artística, el Simbolismo Transmutativo. Jiménez Deredia participa a la Bienal de Arte de Venecia en las ediciones de 1988, 1993, y 1999. Esta experiencia veneciana se caracteriza por el encuentro con el célebre estudioso de arte Pierre Restany: la amistad y la colaboración que se crearon fueron determinantes para el crecimiento artístico e intelectual del escultor costarricense. Junto al teórico francés crea las bases para construir una visión de identidad cultural costarricense capaz de comprender la totalidad del proceso histórico incorporando las culturas precolombinas y su poderosa elaboración simbólica.
En 1999 recibe el premio "Beato Angelico" como reconocimiento a la profunda espiritualidad de su pensamiento y producción artística. Con este premio se pretende crear un acercamiento entre el mundo laico y el mundo religioso.
En ocasión del Gran Jubileo del 2000 la Fábrica de San Pedro comisiona al artista la realización de la estatua de San Marcelino Champagnat la cual sería colocada dentro de un nicho del transepto izquierdo de la fachada sur de la basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano. El nicho que hoy alberga la escultura del artista costarricense fue diseñado entre el 1544 y el 1564 por el escultor y arquitecto renacentista Miguel Ángel Buonarroti. La estatua fue develada el 20 de septiembre del 2000, ante la presencia del Papa Juan Pablo II: Deredia se convierte así en el primer artista no Europeo presente en el fulcro de la Cristiandad.
En el 2006, después de una importante exposición personal en la ciudad de Florencia intitulada "Deredia y el misterio de la Génesis" el escultor herediano es nombrado "Accademico corrispondente della Classe di Scultura", por parte de la Academia de las Artes y del Dibujo de Florencia. Esta importante academia fue fundada por Cosimo I dei Medici en 1563. Durante su larga historia han sido nombrados académicos de esta prestigiosa institución: Miguel Ángel Buonarroti, Tiziano, Tintoretto, Palladio y Galileo Galilei, entre otros.
Desde junio hasta noviembre del 2009, Deredia lleva a cabo una importante exposición individual en la ciudad de Roma; 60 esculturas se colocan en tres museos de la ciudad, en plazas y en los alrededores del Coliseo Romano. En esta ocasión, El Foro Romano abre por primera vez en la historia sus puertas al arte contemporáneo albergando 10 monumentales conjuntos escultóricos a lo largo de la Vía Sagrada.
La comprensión de la esfera, elemento arquetípico símbolo de la obra de Jiménez Deredia, lleva el escultor a la conceptualización del Simbolismo Transmutativo, un pensamiento que hoy se expresa en La Ruta de la Paz: un inmenso proyecto que prevé la elaboración de nueve complejos escultórico-arquitectónicos de grandes dimensiones, que se articulan a lo largo de todo el continente americano, desde Canadá hasta la Tierra del Fuego, Argentina.
En 42 años de actividad este singular artista y pensador latinoamericano ha esculpido en mármol y fundido en bronce, obras monumentales para museos y lugares públicos en 16 países de Europa, Estados Unidos de América, Asia y América Latina. Ha realizado 46 exposiciones individuales y ha participado en más de cien colectivas llevando su mensaje de paz y de esperanza con la más física de las artes: la escultura.